Personajes cómicos de Nin.
Y con sus dos compinches son un trio de gánsteres a la antigua.
Una parodia en la que, en cada historieta, sus dos
cómplices y miembros de su banda pueden ser unos pillines, unos forajidos, unos
mastuerzos, pinchaúvas, sus batracios y una infinidad de denominaciones más
para estos dos papagayos o niños malos.
Se pasan las historietas de golpe
en golpe, un robo en un
museo, un atraco a un banco, a una joyería etc., pero
el plan de este trio de cacos siempre se tuerce por algún gato negro, un pavo
que los lleva directos a la comisaria o cualquier circunstancia que descubra
las debilidades y sensibilidades de estos personajes que no son capaces de
matar a una gallina ni por navidad.
Solo pierden estos personajes
simpatía cuando intentan robarle a un taxista, algo que ya decía una letra de
una vieja comparsa, “Pero no robes a un taxista, que está ganándose el pan
desde las claras del día hasta el mismo filo de la madrugá… y si te arrastra el
instinto, roba en el sitio donde haya más”.
Tampoco sabemos si el autor d estos
cacos pensó en ponerles nombres, aunque con todas esas denominaciones podemos
hacernos a la idea de que Nin prefirió dejarlo así. Salvo que solo uno de ellos
sabe leer, y que a pesar de ser un desastre no lo despide por lo mismo.
Bueno el caso es que estos
monigotes siempre acaban detenidos. La banda del Monín es un completo desastre
y una parodia de los gánsteres de Celedonio Frejo Abegón.
Bien hallados sean y bien
Resupixelados han sido.
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