
Don Esperpento / J.Sanchis
El Monstruo de la Revista Jaimito

Entre el fragor de la tormenta, el aullido de los lobos y el revoleteo de los murciélagos... se levanta el siniestro castillo de Don Esperpento.
Así comienza una de las primeras historietas de un personaje que tuvo un gran éxito y continuidad en la Revista Jaimito. Un personaje que hizo las delicias de muchos niños de otro siglo.
Este "monstrugote" es tan particular que hasta se asusta de su propia sombra, que, entre las penumbras de su castillo y la luna llena, son muy proliferas en su interior. Don Esperpento, en principio tiene el color de piel como cualquier otro personaje, pero, con el tiempo y su éxito, su padre historietista, seguramente asesorado por el equipo de coloristas o por la misma editorial, acabó por admitir el cambio de color de piel.
Nuestro Monigote trabaja muchas veces por encargo y, alguna vez es requerido para quitarle el hipo a algún vecino, solo que normalmente, suele tener que utilizar otros recursos para asustar, como el de vestirse de inspector del fisco, en donde no solo quita el hipo, sino que puede dejar a la víctima con un schock postraumático.
Todo el mundo conoce a Esperpento, es famoso, y si se percatan de que el miedo proviene de él, la gente acaba pidiéndole autógrafos. Pero nuestro “Monstrugote”, siempre está dispuesto a sembrar el pánico por doquier y hacer temblar hasta a las piedras. Desgraciadamente para él, el coste de la vida, la subida de la gasolina etc., han dejado a la población sin capacidad de sustos.
Este monigote esperpéntico es una Monigotura del genial José Josep Sanchis Grau, que firmaba sus historietas como J. Sanchis entre otras.
Es un honor poder tener a semejante “Monstrugote” en Nuestra Querida Biblioteca de los personajes cómicos. En una época en la que estamos asediados por los mismos personajes de siempre, es necesario ir rescatando a estas Monigoturas ex-tintas e ir resupixelándolas de sus yacimientos papeltrificados.
¡Bien hallado y bien Resupixelado seas Don Esperpento!
Aquí tienes tu nuevo castillo y un montón de monigotes a quien intentar asustar.
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